dijous, 14 de març del 2013

Carta al professor del seu fill

No sé si és un d'aquells virals que corren per internet, o és de veritat, el cas és que m'ha arribat aquest document: Una carta que li va enviar Abraham Lincoln al professor del seu fill. 
Avui el Mateu fa deu anys. He pensat que aquesta carta transmet més o menys el que he intentat dir-li durant aquest temps. M'entendreix també veure que aquest sentiment, d'intentar ensenyar el millor al teu fill, i patir per això, i finalment acceptar que ho farem el millor possible, és universal. 
Benvolgut Mateu, que el Senyor et beneeixi. Cada dia donc gràcies de tenir-te. 


“Estimado profesor: Él tiene que aprender que no todos los hombres son justos, no todos son verdaderos, pero por favor decirle que para cada villano hay un héroe, que para cada egoísta. También hay un líder dedicado.
Enséñele que para cada enemigo, allí también habrá un amigo, enséñele que es mejor obtener una moneda ganada con el sudor de su frente, que una moneda robada.
Enséñele a perder, pero también que aprenda a disfrutar de la victoria, háblale de la envidia y sácalo de ella, dale a conocer la profunda alegría de la sonrisa silenciosa y a maravillarse con los libros, pero deja que él también aprenda con el cielo, las flores en el campo, las montañas y valles.
En las bromas con amigos, explíquele que más vale una derrota honrosa que una victoria vergonzosa.
Enséñele a creer en sí mismo, incluso si está solo frente a todo el mundo. Enséñele a ser suave con los gentiles y ser duro con los duros, enséñele a nunca entrar en un tren, solo porque otros entraron.
Enséñele a escuchar a todos, pero en la hora de la verdad, a decidir solo,enséñele a reír, cuando este triste y explíquele que a veces los hombres también lloran.
Enséñele a ignorar las multitudes que claman sangre y a luchar solo contra todo el mundo, si piensa que es justo.
Trátelo bien, pero no lo mime, ya que solo en la prueba de fuego se sabe que el acero es real. Déjelo tener el coraje de ser impaciente y a tener coraje con paciencia.
Trasmítale una fe sublime al creador y fe también en sí mismo, porque solo entonces puede tener fe en los hombres.
Sé que pido mucho, pero vea lo que puede hacer, querido profesor”.
By Abraham Lincoln (1830)